El espacio entre los barrotes
Las luces se apagan y con ella se va mi ánimo de seguir.
Seguir adelante, seguir caminando este sendero incierto.
Seguir es extender la condena que yo misma elegí.
Una hora más, un día más, una semana más, un mes más, un año más.
Y el tiempo se vuelve vacío. Superfluo. Nimio.
Deja de ser, deja de existir.
Como yo, al apagarse las luces y mis ganas.
°
Pienso en por qué sigo. Por qué me animo.
Por qué la vida tiene que tener un sentido.
Y no hago más que encontrarme con un muro y detrás del muro, un vacío.
Vacío del tiempo.
Vacío mi interior en esa nada y quedan los espacios.
°
Me pienso en esos espacios, por donde se cuela el infinito.
Y la vida adquiere otros matices.
Ya no es carne, ya no es hueso, ya no es sangre.
Mi espíritu libre se une a la infinitud y deja esta cárcel que se hace llamar cuerpo.
Dios me espera en los espacios, en el infinito, en el vacío.
°
Dejo de ser, deja de ser, dejamos de ser, puedo ser cualquier cosa.
¿Puedo?
°
Adquiero sonido, notas, soy solo melodía. Mi melodía.
La que salió de la nada y me dio forma.
Me pinto colores. No, no yo. La melodía.
La melodía del origen. Existe, pero no tiene tono.
Podría ser olida en las flores. En la comida de los otros, en la piel de los amantes.
°
No hay nada y las posibilidades son infinitas.
Voy a ser el espacio entre el polvo de estrellas. El vacío entre galaxias. Lo que no hay después del universo. Lo que no rodea a Dios.
°
Seré el espacio entre la distancia, entre el tiempo, entre la masa, entre la energía.
Seré el espacio entre las fórmulas.
Seré el espacio entre tu piel y la mía.
Seré el espacio entre tus pensamientos rumiantes, entre tus miedos, entre tus sueños.
°
Seré el espacio entre el por qué, el cómo y el cuándo.
Seré el espacio entre el yo, entre el tú, entre el nosotros.
°
Seré y no seré.
El espacio entre el gato y la caja.
°
“Vuelve, cariño”
Oigo entre el espacio.
“Vuele, amor”
Pero tengo miedo.
°
No quiero volver del espacio.
°
Volver a ser algo y no entre.
Volver a tener carne, huesos, sangre.
Volver a mi cuerpo.
Volver a la cárcel.
°
Abro los ojos.
La pieza está oscura. Las luces se han apagado y se han llevado el espacio.
Yo tengo este cuerpo que no puede estar en otro lado.
Que no sabe cómo estar en otro lado.
°
Pero su alma recuerda
Se sintió espacio entre todo
Se sintió infinita.
No le pidan cordura a esta alma, porque no la tengo. Ni la tendré jamás.
No puedo sostener a nadie, porque ni yo me sostengo y, sin embargo, lo intento.
Tranquil@s. No es ninguna despedida.
Solo estoy jodidamente cansada.
Pd: en verdad he abrazado el vacío infinito en los espacios.

Hipnotizante, un honor leer algo tan bello.
Un día más, una semana más... o un día menos, una semana menos en la cuenta regresiva de una fecha que no se aplaza, que llegará para todos, a veces tan anhelada, pensamos que allá estará Dios y su corte, y antiguas caras conocidas esperándonos como si fuese una fiesta sorpresa, pero como señalas, quizá hay algo más allá del mismo dios, porque dios nomás es el portero hacia un lugar con tanta espaciosidad que no estoy segura si la sabremos manejar en su momento. Anhelo el término de todo esto y al mismo tiempo me aterra esa misma disolución. Esto me recuerda que debo tener cuidado con lo que deseo.